Día 4

Tu punto de vista frente a la religión.

Soy atea desde que nací. Mis padres me dieron la opción de ir a clases de religión, a catequesis, a hacer la comunión... pero desde siempre me pareció algo imposible de creer, al menos para mí. No he recibido ningún tipo de educación religiosa, y si alguien me pidiese que bendijese la mesa en una casa ajena, como invitada, pasaría un buen apuro. Por no saber, no sé ni rezar un padre nuestro.

Antes la religión era algo que me daba igual, en lo que no pensaba lo más mínimo. El año pasado eso cambió bastante; fue la primera vez en mi vida que estudiaba historia en serio y tuvo lugar la famosa visita del Papa a España. Lo que aprendí con la historia fue que la religión provocaba la mayoría de las guerras y matanzas, destruía ideas distintas y dividía el mundo. Me hinchaba de rabia cada vez que escuchaba las injusticias que se cometían y el daño que se hacía por una creencia.

Entiendo el peso del credo, de que una persona se mueve en función a ciertos principios, que se prohíbe ciertas cosas. Casi todas las religiones hablan del Más Allá, de que al morir vamos a un sitio mejor, que la vida terrenal es sólo una época anterior a la eternidad y el paraíso... mi madre, no hace mucho, me lo dijo "Si alguien cercano a mí se muriera... me gustaría creer en alguna religión, para creer que se ha ido a un lugar mejor".

Las religiones han perdido su filosofía. Convierten en beneficios lo que, en teoría, consideran sagrado. A mí me parecen un poco cosa del pasado. De antes, cuando se tenía poco en lo que creer, que se vivía mucho peor que ahora. Pero creo que en la actualidad hay muchas otras cosas en las que creer, más "palpables", digamos, que dejan mayor libertad de pensamiento, y que las personas pueden crear sus propios principios y reglas, que no necesitan leer un libro o escuchar un sermón para dirigir sus vidas. Un libro o un sermón pueden inspirar, pero no deben de controlarte completamente, es necesario tener criterio propio, preguntarse el por qué.