Lo que deseamos encontrar al doblar cada esquina

Entonces aparecerá en tu vida alguien que encienda las luces que otros apagaron.

Esta tarde estoy melancólica. Últimamente tengo muchas cosas que pensar, demasiadas. Y hoy me inclino por las más felices y banales que tengo. Algo que ha levantado la parte que no nombra la anterior entrada ha sido este vídeo. Os lo recomiendo, aunque no os gusten los vloggers, o YouTube, o los vídeos caseros, o yo que sé qué. Es precioso y desborda sinceridad. La frase que encabeza esta entrada pertenece a él.

Me ha hecho pensar en lo mucho que echo de menos a alguien que aún no ha llegado, que no conozco. ¿Alguna vez os habéis sentido así? Vas buscando a esa persona al doblar cada esquina, en cada mirada, en cada lugar y en cada situación, sin tener la garantía de que al aparecer no te haga daño o tan sólo de encontrarla. Pero deseas cada segundo que aparezca, que llegue para quedarse y tengas a alguien con quien reír, con quien llorar, que te entienda y quiera que le entiendas y que, en cierto modo, te salve.

Pero después de pensar todo esto, me doy cuenta de que ahora es mejor que nadie tenga que cuidar de mí. Porque ahora mismo es demasiado difícil cuidar de mí. Y aun así, sigo buscando...