miércoles, 25 de abril de 2012

Viva la ridiculez

Sé que no vas a leer esto, porque no te gusta leer, porque aunque ponga los enlaces a mis entradas en twitter tú no les prestas demasiada atención. Quizás ni si quiera sepas que tengo un blog, creo que sólo te lo he comentado un par de veces de pasada. Pero sé que si te dijese esto ahora, hoy, o mañana, o en una semana, no me entenderías. Porque sientes que lo comprendes todo, y que nada escapa de tu control. Y no es cierto. Porque aún tienes catorce años, igual que yo, porque con confianza no basta y te falta esperanza. Porque la vida es difícil, y cambiante, y aleatoria, y amarga a veces, y dulce, y podría seguir añadiendo adjetivos eternamente y no acabar, y lo que quiero decir es que no controlas nada en su totalidad. Nada. Todo puede pasar, y todo puede haber pasado, y todo puede estar pasando. Y puede ser que no te estés dando cuenta de nada, o más bien que no quieras aceptarlo.
Dudo al escribir esto. Porque, como sabes, soy muy indecisa. Pero me pregunto también... ¿por qué hago esto? ¿Por alguien que me está apartando de su lado por una tontería? Y me acabo de dar cuenta de la respuesta: porque te quiero mucho, porque eres mi amiga y no quiero perderte, aunque tú sí quieras perderme a mí. Aunque muchas veces no me entiendas... ya han sido bastantes las veces en las que, contándote algo, sacando algo que me estaba matando por dentro he acabado llorando, de tristeza, de rabia, de desesperación, sí, pero también de alivio por tener alguien que me escuche, al menos un poco. No sé por qué haces esto. Bueno, no exactamente.
No te voy a explicar por qué estás equivocada con el motivo de todo esto. Sólo quiero que te des cuenta de que en este grupo de amigo somos cinco. Cinco personas, dos chicos y tres chicas, y todos somos muy distintos. Y si estamos los cinco juntos, no es porque todos nos llevemos maravillosamente y hagamos montones de cosas en común. Es porque somos como una red; uno habla con uno, otro hace participar a otro, otro chincha a otro, los demás se apuntan, uno es amigo de no se quién el este a su vez es amigo de no sé cuántos. Pero falla uno, y falla otro. Y con ese, otro más.
Y ahora mismo tú has medio convencido a estos dos, David y Daniel. Pero en cuanto te das la vuelta, hablan con nosotras como siempre. Y vosotros tres, precisamente, no os lleváis.
Es ridículo, absolutamente ridículo, esto de veros reíros de más a bromas de otros de las que normalmente pasáis, hacer planes para quedar en el puente cuando a ti te gusta salir a discotecas, al otro no le caes bien como para quedar y al otro simplemente prefiere quedarse en casa a salir fuera.
Vi como dejabas escapar a la que fue tu mejor amiga desde el colegio sin inmutarte. Yo quiero demasiado. Tú demasiado poco. Y para ser feliz, hay que arriesgar, y arriesgar es querer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Chollooo!
Chollooo! Hey, tú, ven!
Sí, tú. Aquí, aquí!
Mira, vamos a hacer una cosa. Tú me escribes un comentario, y yo te doy una galleta RECUBIERTA DE CHOCOLATE!
Buen trato, eh? Entonces, aceptas? Sí, sí, muy bien.
Toma tu galleta. Vuelve prontoooo!
http://www.teacakebakeshop.com/images/catalog/live/imageLibrary/4DBCBE14151758531461881C850206CAM.jpg